
La quinta cadena del país (y hasta hace bien poco cuarta) ha publicado sus cuentas anuales, incluyendo algunos datos de la campaña navideña.
La tónica general del año ha sido algo negativa, con menos beneficios, menos volumen vendido como para la mayoría de cadenas, pero para ellos, incluso las ventas en valor han bajado un 4.2%. Las ventas totales crecen un 2.1%, contando ventas de combustible en gasolineras, y se quedan en £18.390 millones (cierran el año fiscal en octubre). Además sus beneficios se ven mermados por varias acciones que han llevado a cabo tras la compra de una cadena de tiendas convenience, McColl’s, que ha supuesto más gastos por cierres de tiendas, renegociación de contratos, y otras partidas excepcionales.
Según la dirección de Morrisons, sus clientes están controlando mucho el gasto que hacen, comprando menos (y según los institutos como Kantar, etc, yéndose a otros supermercados como los discounters). Piensa que su modelo de alta integración les ha perjudicado en este caso dado que han tenido que pasar los incrementos de costes al PVP mucho antes que sus competidores, que podían mantener los precios más bajos al negarse a conceder a los proveedores estas subidas.
Desde noviembre han conseguido poner en marcha campañas de bajar precios de forma más significativa, y han empezado a notar una cierta recuperación. Las ventas durante las cuatro semanas antes de Navidad han crecido un 2.5% (ventas comparables). Además están recortando surtido, aunque las referencias de las gamas de primer precio aumenten, e introduciendo otras medidas para simplificar el negocio y actuar de forma más eficiente, que piensa les permitirá recuperar los beneficios habituales que suelen generar. Esta mejora se puede ver en los resultados a lo largo del año, como las ventas comparables descendían un 5% en el primer trimestre, para acabar con un descenso del 2.0% en el último trimestre, y alcanzar el crecimiento del 2.5% de las navidades, que caen en el primer trimestre del siguiente año fiscal.
La nota con los datos no habla del negocio online, ni de su negocio mayorista. Éste último se ha visto afectado por los problemas de uno de sus principales clientes, McColl’s, a los que vendía MDD de la marca Safeway. La cadena de tiendas convenience quebró y se llegó a un acuerdo con Morrisons para que adquiriera la marca y las tiendas. Y tampoco hacen mención a sus ventas a través de Amazon (Morrisons le provee para vender a través de las tiendas Amazon Fresh en Londres, y la tienda online Amazon Fresh)..
Va a ser un año duro, como para el resto de cadenas, pero confían en que las mejoras que van a introducir en su operativa, en la integración de las tiendas de McColl’s y convertirse en un agente significativo en el convenience, y sus ajustes en precios y en surtido, les permita ofrecer mejores noticias a los inversores cuando les presenten los números.