
Hay un mundo, el real, en el que se producen los alimentos, se procesan, se transportan, y se ponen en las estanterías para que los consumidores puedan comprarlos, y otro, que es el de los precios de compra y de venta. Parece que estos dos mundos no siempre estén alineados.
Ya habíamos hablado de la presión que iba a existir sobre el gran consumo para bajar precios a poco que la tasa de inflación dejara de crecer, o se perciba que va a dejar de crecer, y hace poco ya hemos empezado a ver signos de esto.
La inflación sigue elevadísima. Según Kantar, la del último periodo que han medido es del 17.3%. La del periodo anterior fue del 17.5%, y se celebra que no crezca a la velocidad que lo había hecho en los últimos meses! La tasa de la inflación general está rebajándose algo mes a mes, pero se espera que esto se traslade con algunos meses de retraso a la inflación alimentaria, que siempre reacciona más tarde a estas tendencias. Aunque se espera que la inflación general acabe al año sobre el 3%, la alimentaria se situará por encima de ese nivel.
Pues bien, en este entorno, Tesco anunció la semana pasada que rebajaba el precio de la leche. La referencia más habitual, la botella de 2 pintas, pasa de £1.30 a £1.25, un descuento de 5 peniques. El precio de la leche en el mercado mayorista ha bajado ante la mayor producción que hay este año, pero el resto de costes que afronta la cadena de suministro de la leche son similares. Sainsbury’s, segunda cadena del Reino Unido, al día siguiente anunciaba un descenso de precio similar, y al poco se unieron Aldi, Lidl y Asda.
Antes eran típicas las oleadas de rebajas de precios para conseguir mejorar la percepción de precio, pero aunque con la crisis del coste de la vida seguro que serían muy bienvenidas, estas acciones son una excepción. El único que ha rebajado precios de forma amplia es Morrisons, que lucha por recuperar su posición en el ranking del gran consumo, al perder el año pasado el cuarto puesto en favor de Aldi. Ahora nos encontramos con las garantías de tener los mismos precios que los discounters en ciertas categorías, o congelar los precios para “protegerlos de la inflación”.
Mientras tanto, en el último periodo Kantar, Aldi y Lidl crecen un 25% cada uno, y alcanzan unas cuotas del 10.1% para el primero, y un 7.6% para el segundo. 5 puntos más que hace 5 años.