¿Qué hacer con el desperdicio alimentario?

Hace unos días el grupo de investigadores que se agrupan en el Food Research Collaboration publicaba una nota muy interesante en la que reflexionaban sobre la cuestión del desperdicio. En este mercado estamos ante una avalancha de noticias sobre el tema, desde la campaña de The Grocer, las iniciativas de WRAP, y las propias de los varios agentes que integran la cadena de suministro.

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La App To Good To Go  trata de evitar que los restaurantes tiren comida «demasiado buena para desperdiciarla».

En general vemos muchas iniciativas que tratan de buscar salidas a los excedentes que se producen en las distintas etapas de la cadena, algunas con más fundamento, otras puramente de Relaciones Públicas (pero que seguramente, también cumplen una función de recordarle a los consumidores el problema del desperdicio). El grupo del FRC trata de ampliar el campo de acción de estas iniciativas: además de buscar la mejora de las redes de redistribución para utilizar los alimentos que sobran o bien en industria o bien en bancos de alimentos, es necesario no dejar de lado que los problemas son el hambre (como consecuencia de las desigualdades sociales, pobreza etc 8.4 familias en el Reino Unido tienen dificultades para comer cada día, o los casos que se cuentan de niños cuyo principal sustento son las comidas que hacen en los colegios) y que producimos de algunos alimentos más que lo que necesitamos. Por ello, también es necesario dedicar recursos a combatir estos dos problemas, que se antojan tan importantes como el de la redistribución.

Como comentábamos, en este país surgen continuamente iniciativas contra el desperdicio, algunas con mayor potencial que otras para atajar el problema. Seguramente, las más interesantes son las que ofrecen escala, como las Apps que facilitan el intercambio de información en tiempo real entre muchos agentes. Destacamos tres de ellas, nombradas estos días:

  • El Asda Surplus Swap App, de la filial de Walmart en UK, Asda. Mediante esta App, proveedores de Asda (aunque también está abierto a otras cadenas) pueden intercambiar información sobre ingredientes que les sobran, ya sean excedentes de productos perecederos, mermas de sus producesos que otras empresas puedan utilizar, o sencillamente, productos acabados que no han podido comercializar. Otros proveedores pueden entonces comprarlos y utilizarlos en sus procesos. Esta seguramente es una de las Apps con más potencial de cambiar el panorama actual, dado que se calcula que el 45% del desperdicio viene de la cadena de suministro.
  • FareShare, un organismo que agrupa a un gran número de bancos de alimentos ha desarrollado una App llamada FoodCloud App que permite a las tiendas de los supermercados subir información en la App sobre los productos que les van a sobrar al final del día. Entonces, los bancos de alimentos cercanos pueden reservarlos, e ir a buscarlos al acabar el horario comerial. La App se desarrolló en colaboración con Tesco, y ahora Waitrose ha empezado a usarla. Desde el 2015 han redistribuido 5 millones de comidas.
  • To Good To Go. Es una App destinada a los consumidores finales, y trata de reducir los desperdicios de las empresas del foodservice, desde restaurantes hasta puestos callejeros como los FoodTrucks. Los restaurantes publican cuantas raciones de sus productos les van a sobrar al final del día, y les ponen un precio (normalmente, con mucho descuento sobre el habitual). Los clientes las reservan pagando, y van a buscarlas en la hora marcada por el restaurante. La ración es una caja modelo que pone la App en los restaurantes.

 

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